Su profesional en el cuidado de la salud le preguntará acerca de sus síntomas e historial clínico, y le realizará un examen físico. Él también puede realizar una evaluación de salud mental y buscar causas físicas de depresión. Su profesional en el cuidado de la salud usa estos resultados para hacer el diagnóstico. No hay examen sanguíneo o prueba de diagnóstico específica para la depresión.

Con frecuencia, la depresión se diagnostica con base en lo siguiente:

Valoración Inicial - Su profesional en el cuidado de la salud le preguntará acerca de sus síntomas: cuándo comenzaron, cualquier evento desencadenante, qué tan severos son, cómo afectan éstos a sus actividades diarias, su asociación con dolor crónico, si usted los ha tenido antes, y si es así, si los síntomas fueron tratados y cuál tratamiento recibió.

Examinación Física - Su profesional en el cuidado de la salud le realizará un examen físico minucioso. Ciertos medicamentos, así como algunas condiciones médicas, como infecciones virales, pueden causar los mismos síntomas que la depresión. Su médico puede descartar estas posibilidades mediante un examen físico, entrevista, y exámenes de laboratorio. El examen físico podría incluir un examen de estatus mental para determinar si su lenguaje, patrones de pensamiento, o memoria se han afectado. Esto podría indicar una causa neurológica de depresión.

Si se descarta una causa física de depresión, se puede realizar una evaluación psicológica ya sea por parte de su profesional en el cuidado de la salud o por un psiquiatra, psicólogo, o profesional capacitado en salud mental.

Evaluación Psicológica - Un psiquiatra, psicólogo, trabajador social, o asesor en salud mental le puede realizar un examen psicológico. Usted puede realizar un examen especial de revisión para depresión, como the Beck Depression Inventory o the Hamilton Rating Scale. Sin embargo, estas pruebas tienen limitaciones, y se deben interpretar en el contexto de sus síntomas y situación personal.

Usted también podría ser evaluado para otras condiciones psiquiátricas que podrían coexistir con la depresión, como abuso de alcohol y drogas, trastornos de ansiedad, y trastornos de personalidad.