¿Qué, Yo Preocupado?

Jerri Ledford sabía que se preocupaba demasiado. Se preocupaba por sus hijos. Se preocupaba por viajar. Incluso se preocupaba por preocuparse. "Durante toda mi vida las personas me han llamado una preocupona," dice la madre de dos hijos de Tennessee. "Pensé que sólo era mi forma de ser."

El miedo, la ansiedad y el estrés (tales como los que mostraba Ledford) son componentes de la preocupación. Bill Crawford, PhD, autor de All Stressed Up and Nowhere to Go, define la preocupación como la previsión de algo malo que podría ocurrir en el futuro.

"Existe una diferencia entre 'conciencia' y 'preocupación,'" dice el Dr. Crawford. Él compara a la conciencia con la luz roja del tablero de mando del coche; nadie está contento al ver la luz encendida, pero puede apreciar el mensaje, ya que le permite tomar medidas para controlar o impedir un problema. En contraste con la preocupación, lo cual el Dr. Crawford dice que involucra la dificultad para decidirse sobre situaciones sobre las cuales usted tiene poco control.

¿Es una Bendición Disfrazada?

Generalmente la preocupación se define en términos negativos. Sin embargo, cierto nivel no es sólo normal, sino en realidad, es útil.

"Es muy adaptativo y útil ser capaz de preocuparse prudentemente," dice el psiquiatra Edward Hallowell, autor de Worry: Hope and Help for a Common Condition. De hecho, las personas con una ausencia completa de preocupación podrían parecer calmadas, tranquilas y serenas. Sin embargo, lo más probable es que no lo quieran reconocer, dice el Dr. Hallowell, y pueden "tener muchos problemas" al ignorar las señales de peligro.

"La preocupación es un sistema de alarma de la naturaleza. Es una especie de presión arterial," él agrega "usted necesita cierto nivel para sentirse vivo y saludable. Es cuando la alarma se apaga por ninguna razón o el nivel se mantiene demasiado alto durante mucho tiempo" a lo que el Dr. Hallowell llama "preocupación tóxica" cuando surgen los problemas.

¿Cómo Responde el Cuerpo a la Preocupación?

La preocupación causa una reacción química en el cuerpo, provocando la liberación de las hormonas del estrés que lo preparan a responder a una situación peligrosa para enfrentarla o escapar de ella. Sin embargo, con la preocupación los peligros frecuentemente son imaginarios más que reales. Como resultado, explica el Dr. Crawford, "Tenemos a nuestro cuerpo en este modo hiperactivo, pero no hacemos nada."

No sólo hemos desperdiciado tiempo y energía, también hemos desencadenado químicos que pueden interferir con otros procesos del cuerpo, tales como el sistema inmunológico y dificultar realmente su capacidad para actuar efectivamente. "Al final la preocupación tóxica afecta cada sistema del cuerpo," dice el Dr. Hallowell. "Es muy destructivo."

¿Quiénes Son las Personas que Se Preocupan?

Con frecuencia la preocupación es una conducta aprendida. "A la mayoría de nosotros se nos enseña a preocuparnos. A algunos de nosotros se nos enseña a preocuparnos mucho y a algunos de nosotros se nos enseña a preocuparnos poco," dice el Dr. Crawford. Otras personas comienzan a preocuparse más después de que experimentan un trauma en la vida, provocándoles temor a que se repita el incidente. Y una parte de la población está predispuesta al comportamiento, dice el Dr. Hallowell. "Definitivamente existe un factor genético. Algunas personas nacen con la preocupación y está en sus genes."

Así que ¿sabe cuando sus preocupaciones han cruzado la línea? "Cuando hace daño," responde el Dr. Hallowell. Necesita considerar detenidamente las fuentes de su preocupación cuando le impide hacer lo que quiere, desde tomar decisiones o vivir tan plenamente como le gustaría.

¿Es un Trastorno de Ansiedad?

La preocupación crónica sin revisar puede indicar un padecimiento subyacente, tal como trastorno de la ansiedad generalizada (TAG) o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). En sus niveles extremos, ambos trastornos se caracterizan por la preocupación infundada que es tan severa que puede evitar que las personas que la sufren realicen sus funciones en la vida diaria.

Existen algunas diferencias importantes entre los dos, dice Justine M. Kent, MD, psiquiatra adscrito en New York State Psychiatric Institute y profesor asistente de psiquiatría clínica en Columbia University. Las personas cpon TAG (un estimado del 3% al 5% de la población) generalmente demuestra un patrón de toda la vida de preocupación crónica por factores estresantes comunes de todos los días tales como salud, trabajo y familia, pero a un grado insoportable. Por su parte, las personas que sufren de TOC, tienen pensamientos persistentes y penetrantes que se enfocan en un área en particular, tales como la preocupación excesiva por los gérmenes, dice el Dr. Kent. Frecuentemente las personas con TOC depende de rituales tales como lavarse las manos repetidamente.

Si usted cree que podría padecer un trastorno de ansiedad, "El primer lugar para comenzar puede ser con su médico general o su interno," dice el Dr. Kent. Una combinación de terapia y medicamento ha demostrado ser efectiva al disminuir la ansiedad.

¿Qué Hago Ahora?

Si usted no está sufriendo de un trastorno de ansiedad pero quiere disminuir su preocupación, el Dr. Crawford sugiere examinar el grado al que usted utiliza la preocupación (o temor) como un motivador. Por ejemplo, si utiliza la preocupación para motivarse a sí mismo con el fin de realizar su mejor esfuerzo en el trabajo, enfóquese a las recompensas en lugar de los castigos. La previsión de qué tan grandioso se sentirá obtener ese ascenso en lugar de qué tan malo será si no lo consigue.

También el Dr. Hallowell tiene varias recomendaciones concretas para desterrar la preocupación:

  • Nunca se preocupe solo. - Tener contacto con otra persona y compartir sus preocupaciones con frecuencia es la mejor manera de combatir la preocupación incesante.
  • Infórmese de los hechos. - "Muchas veces, la preocupación se basa en la falta de información o desinformación," él dice. Simplemente reunir información puede ayudar a desarrollar un plan de acción o incluso decidir que no necesita de que preocuparse después de todo.
  • Haga un plan de acción. - Al hacer un plan, asuma el control de la situación. "A la preocupación le encanta una víctima pasiva," él explica. "Entre más tenga el control en sí mismo y disminuya su vulnerabilidad, menor será el grado de preocupación tóxica que usted sentirá."

Los factores físicos tales como dormir lo suficiente, comer apropiadamente y también hacer ejercicio hacen una gran diferencia en la cantidad de preocupación que usted experimenta. Cuando su cuerpo está agotado, usted es más susceptible a dejar que su mente se deje llevar. También la oración y la meditación pueden ayudar a calmar los pensamientos fugitivos, dice el Dr. Hallowell. Si ninguno de estos métodos es útil, el siguiente paso es consultar a un profesional.

Aunque no es fácil romper al hábito de la preocupación, esto es posible; dependiendo de qué tan duro usted esté dispuesto a trabajar. "He visto personas que hacen cambios asombrosos. Esto depende de qué tan importante sea esto para ellos," dice el Dr. Crawford.

Fuentes Adicionales:

Anxiety Disorders Association of America
http://www.adaa.org

FUENTES DE INFORMACIÓN CANADIENSES:

Canadian Mental Health Association
http://www.ontario.cmha.ca/index.asp

Referencias

Anxiety Disorders Association of America website. Disponible en: http://www.adaa.org .
Crawford B. All Stressed Up and Nowhere to Go . Florence Publishing; 1996.
Freedom from Fear website. Disponible en: http://www.freedomfromfear.com .
Hallowell E. Worry: Hope and Help . Ballantine; 1998.
Ultima revisión September 2017 por EBSCO Medical Review Board Michael Woods, MD, FAAP
Last Updated: 09/22/2015

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