Cuando deja de fumar puede necesitar ayuda para enfrentar la ansiedad y los
síntomas de abstinencia que experimentará. Los síntomas físicos de ansiedad y de
Síndrome de Abstinencia impulsan a muchas personas a volver a fumar.
Puede sentirse mareado, confundido y hasta una sensacion de hormigueo o
entumecimiento en brazos y pies. Aunque desagradables, estos cambios son
saludables porque mejoran el flujo sanguíneo y desaparecen con el tiempo.
Puede toser con más frecuencia debido a que sus pulmones se están limpiando de los
residuos dejados por los cigarrillos. Y esto también es muy bueno.
Puede sentirse irritado y tener cambios de humor. Hambre, antojo de ciertos
alimentos, dificultad para concentrarse o para dormir y estreñimiento pueden
presentarse.
El peor de estos síntomas desaparece en unos días, pero en ocasiones los malestares
pueden durar tres o cuatro semanas. Haga un plan preciso con su proveedor de
atención médica para enfrentar estos síntomas.
Podrán proponer el uso de ayudas para dejar de fumar.
“Las pastillas son una buena ayuda inmediata. Pero, como dije, solo las tomé por
unas semanas hasta que pude superar la ansiedad.”
Prepararse para los síntomas de abstinencia de la nicotina le ayudará a superarlos y
no volver a fumar.