Con base en sus síntomas y un examen físico, su médico puede diagnosticar un resfriado o influenza. En algunas situaciones, se podrían ordenar exámenes, como un cultivo de la garganta o conteo sanguíneo para caracterizar la severidad de la condición e identificar otros problemas relacionados.
La identificación del virus específico que causa sus síntomas por lo general no se necesita debido a que normalmente no hace una diferencia en el tratamiento. Sin embargo, si se sospecha del virus de influenza A, con base en la época del año y los reportes de salud pública en la comunidad, los pacientes en alto riesgo podrían ser tratados específicamente para ese virus.
El diagnóstico podría incluir lo siguiente:
Termómetro
- Tomar su temperatura cada 6-8 horas puede ayudar a definir la severidad de su enfermedad.
Análisis de orina -
Ésta es una revisión de rutina para detectar condiciones como diabetes que podrían empeorar su caso agudo de resfriado o influenza. Por lo general, esto no se realiza para resfriados o gripe a menos que haya otra razón para sospechar de infección urinaria, como síntomas sugestivos o fiebre con algunos otros síntomas.
Conteo Sanguíneo -
Éste es otro examen de rutina para valorar su salud general y su capacidad para combatir la enfermedad. Esto no se realiza de rutina en resfriados o gripe, pero sólo si es necesario como en el caso de que una persona esté muy enferma.
Cultivo de la Garganta
- Esto se realiza si hay señales o síntomas de dolor de garganta para descartar infección de la garganta por estreptococo.
Radiografía de Tórax
- Si su médico sospecha que su infección respiratoria superior se ha propagado a sus pulmones, se podría realizar una radiografía para revisar la presencia de neumonía.