La cirrosis no suele provocar síntomas en las primeras etapas. Los síntomas comienzan cuando el tejido cicatricial reemplaza a las células sanas, y el hígado comienza a fallar. Los síntomas que presenta una persona dependen de la magnitud del daño.
El hígado tiene muchas funciones en el cuerpo. Ayuda a producir los factores de coagulación sanguínea y la bilis. Procesa el colesterol y mantiene los niveles normales de azúcar en sangre. También ayuda a eliminar del cuerpo las toxinas, como el alcohol y las drogas. Un hígado que no funciona bien puede alterar las funciones normales del cuerpo. Muchos de los síntomas se relacionan con la interrupción de estas funciones.
Síntomas tempranos:
- Fatiga y debilidad
- Náuseas
- Falta de hambre
- Pérdida de peso
- Vasos sanguíneos pequeños, rojos y en forma de araña debajo de la piel
Los síntomas tempranos en los hombres pueden incluir los siguientes:
- Pechos agrandados y sensibles
- Testículos que parecen más pequeños
- Pérdida del interés en el sexo
- Problemas para mantener una erección
Cuando la enfermedad empeora, pueden observarse estos problemas:
- Palmas de las manos enrojecidas o con manchas
- Pérdida del vello corporal
- Problemas para dormir
- Sangrado nasal frecuente, hematomas en la piel o sangrado de encías
- Heces pálidas o del color de la arcilla
- El abdomen adolorido o hinchado
- Comezón en la piel
- Coloración amarillenta de la piel o los ojos
- Vómitos con sangre
- Cambios en la función mental
- Orina oscura o menos frecuente de lo normal