Definición

La presión ayuda a que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos. La hipertensión ocurre cuando esta presión es demasiado alta. Cuando esto sucede en los vasos sanguíneos de los pulmones, se llama hipertensión pulmonar.

La presión normal para el flujo sanguíneo a través de los pulmones equivale a un sexto de la presión necesaria para el resto del cuerpo. La presión se puede elevar por una serie de motivos. Esta elevación genera una condición posiblemente grave. El lado derecho del corazón necesita bombear con más fuerza para impulsar la sangre contra la presión. Si no se trata, con el correr del tiempo, el lado derecho del corazón comenzará a fallar.

Circulación pulmonar
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Causas

Los vasos sanguíneos del corazón son muy sensibles al oxígeno. Cuanto menor es el nivel de oxígeno, más estrechos se vuelven los vasos. Se necesita entonces más presión para bombear la sangre a través de los vasos sanguíneos estrechos. La presión también aumenta cuando hay más sangre de lo normal en los pulmones.

Estas situaciones pueden ser causadas por:

  • La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la causa más común. Esta afección destruye el tejido pulmonar y disminuye la cantidad de vasos sanguíneos. También reduce la cantidad de oxígeno disponible.
    • La EPOC es una combinación de bronquitis crónica y enfisema.
    • Por lo general se debe a años de daño ocasionado por el tabaco.
  • Las anomalías cardiacas pueden hacer que haya una cantidad de sangre adicional en los pulmones. Algunas personas nacen con estas afecciones, otras pueden desarrollarlas con el tiempo. Algunas de estos afecciones son:
    • Defectos del tabique (orificios entre los lados derecho e izquierdo del corazón, presentes desde el nacimiento)
    • Válvulas cardiacas tensas (estenóticas) o permeables
  • Algunas enfermedades pulmonares producen tejido cicatricial en los pulmones, que pierden flexibilidad.
    • Escleroderma (esclerosis sistémica): rigidez de los vasos sanguíneos, que impide que se abran y, como consecuencia, aumenta la presión
    • Pacientes a quienes se les han extirpado quirúrgicamente grandes secciones del pulmón
    • Lupus eritematoso sistémico
  • En la apnea obstructiva del sueño, la respiración se detiene en ocasiones durante la noche. Esto reduce el oxígeno disponible. Como resultado, también aumenta la presión arterial.
  • La debilidad muscular puede dificultar la respiración y reducir el oxígeno disponible. Esta debilidad es común en los pacientes con trastornos neuromusculares tales como:
  • Los escaladores de montañas desarrollan esta afección como resultado natural de respirar aire puro. Esta es una causa de la enfermedad de altura.
  • La embolia pulmonar es la acumulación de coágulos sanguíneos en los pulmones. Estos coágulos taponan los vasos sanguíneos.
  • Un tipo de malformación de la pared torácica llamada tórax en embudo. Muy rara vez, la fibrosis grave de la pared torácica impide la expansión del tórax. Tiene el mismo efecto que la fibrosis pulmonar.
  • La hipertensión pulmonar idiopática es causada por defectos en las arterias de los pulmones. Se desconocen las causas. Probablemente se deba a factores genéticos.
Otros factores y afecciones que pueden ocasionar hipertensión pulmonar incluyen:
  • Exposición a ciertas sustancias, como cocaína y anfetaminas
  • VIH positivo
  • Enfermedad hepática

Factores de riesgo

Los siguientes factores aumentan su probabilidad de padecer esta condición:

  • Tabaquismo
  • Asma u otras enfermedades pulmonares crónicas
  • Embolia pulmonar recurrente
  • Apnea obstructora del sueño
  • Obesidad
  • Tiroide baja (mixedema)
  • Ciertas afecciones cardiacas congénitas y valvulares
  • Enfermedades que provoquen debilidad muscular
  • Vivir en altura (más de 10.000 pies/3000 metros)
  • Tórax en embudo u otra malformación torácica grave (p. ej., cifoescoliosis)

Síntomas

Si usted tiene cualquiera de estos síntomas, consulte al médico. Estas síntomas indican que puede necesitar atención médica.

  • Dificultad para respirar progresiva
  • Tos crónica
  • Fatiga crónica
  • Periodos de desmayo
  • Inflamación de los tobillos debido a la retención de líquido
  • Dolor en el pecho ( angina)

Diagnóstico

El médico le preguntará acerca de sus síntomas y antecedentes clínicos. Se le realizará un examen físico. Lo pueden derivar a un especialista en enfermedades cardiacas o pulmonares. El cardiólogo se especializa en el corazón. Un neumólogo se enfoca en los pulmones.

Las pruebas pueden incluir:

Tratamiento

La mayoría de los casos de hipertensión pulmonar se debe a otra enfermedad. En este caso, se trata la causa subyacente.

Para algunas personas, no se encuentra una causa tratable. En este caso, hay varios medicamentos que pueden ser beneficiosos. Consulte con el médico cuál es el mejor plan para usted. Las opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos

  • Bloqueantes de los canales del calcio
  • Anticoagulantes
  • Diuréticos
  • Oxígeno
  • Inhibidores de la fosfodiesterasa ( sildenafil )
  • Prostaciclina ( epoprostenol , iloprostol ): estos medicamentos se deben administrar mediante infusión continua ya sea en forma intravenosa, subcutánea o por inhalación.
  • Bloqueantes de los receptores de la endotelina ( bosentán )

Trasplante de pulmón

Este procedimiento es un tratamiento drástico, que sólo se recomienda para la enfermedad potencialmente mortal.

Prevención

Para ayudar a reducir sus probabilidades de padecer hipertensión pulmonar, siga estos pasos:

  • No fume.
  • Controle eficazmente el asma.
  • Mantenga un peso adecuado.
  • Trate las afecciones que pueden provocar hipertensión pulmonar.

RESOURCES:

American Heart Association
http://www.heart.org

National Library of Medicine
http://www.nlm.nih.gov

CANADIAN RESOURCES:

Health Canada
http://www.hc-sc.gc.ca

Heart and Stroke Foundation of Canada
http://www.heartandstroke.ca

REFERENCES:

Kasper DL et al., eds. Harrison's Principles of Internal Medicine. 16th ed. New York: McGraw-Hill; 2005.

Libby P, Braunwald E. Braunwald’s Heart Disease. 6th ed. Philadelphia, PA: Saunders/Elsevier; 2005.

Physicians’ Desk Reference. 59th ed. Oradell, NJ: Thomson PDR; 2005.

Rubin LJ, Badesch DB. Evaluation and management of the patient with pulmonary arterial hypertension. Annals of Internal Medicine. 2005;143(4):282-292.

Weinberger SE, Drazen JM. Disturbances of respiratory function. In: Braunwald E. Harrison's Principles of Internal Medicine. 15th ed. New York, NY: McGraw-Hill; 2001.

Ultima revisión September 2020 por EBSCO Medical Review Board Michael J. Fucci, DO, FACC Last Updated: 08/14/2020