Cuando los niveles de glucosa en sangre están fuera de los valores normales, generan complicaciones. Estas pueden incluir:

En el corto plazo:

A largo plazo:

Si la diabetes se controla estrictamente, se pueden reducir los riesgos de sufrir complicaciones.

Hipoglucemia

La hipoglucemia es un bajo nivel de azúcar en sangre, normalmente entre 50 y 60 miligramos por decilitro (mg/dl) o 2,8 a 3,3 milimoles por litro (mmol/l). Puede ser causada por cualquiera de las siguientes circunstancias:

  • Consumir demasiada insulina en relación con la cantidad de alimentos que ingiere.
  • Consumir demasiada insulina para tratar el azúcar en sangre en ayunas.
  • Saltearse una comida o comer porciones más pequeñas que lo usual sin reducir la dosis de insulina.
  • Hacer más actividad física o durante más tiempo que lo habitual sin bajar la dosis de insulina.

Síntomas

La hipoglucemia puede manejarse con bastante facilidad si puede reconocer los síntoma y tratarlos de inmediato. Entre los síntomas de hipoglucemia, se incluyen los siguientes:

  • Inestabilidad
  • Sudor
  • Latido acelerado
  • Ansiedad
  • Vértigo
  • Cefalea
  • Hambre
  • Palidez
  • Mal humor repentino o cambios de comportamiento, como llorar sin razón aparente.
  • Movimientos torpes o erráticos
  • Confusión o dificultad para prestar atención
  • Hormigueo alrededor de la boca
  • Convulsiones
  • Pérdida del conocimiento que deriva en un coma

Si cree que es hipoglucémico, contrólese con el monitor de glucosa en sangre. Si el nivel de glucosa en sangre está por debajo del rango normal, trate la hipoglucemia. (Si desconoce cuál es su rango normal de azúcar en sangre, pregúnteselo a su médico). O bien, si reconoce los síntomas de la hipoglucemia, podría tratarla sin esperar a hacer la prueba.

Si acaba de empezar el tratamiento, puede experimentar algunos de estos síntomas cuando el nivel de azúcar en sangre está cerca del rango que es normal para usted. Esto se llama hipoglucemia relativa. Esto sucede porque el cuerpo se está adaptando de un alto nivel de azúcar en sangre a un nivel normal más bajo. En este caso, es importante que se controle los valores si tiene alguno de estos síntomas. Si se controla el nivel de azúcar en sangre, puede evitar llegar a tratarse teniendo niveles normales.

Si ha sido diabético durante mucho tiempo o tiene hipoglucemia frecuente, puede perder la capacidad de experimentar hipoglucemia con estos síntomas. Esto se llama hipoglucemia asintomática. Es muy peligrosa. Con la autorización de su médico, también deberá controlarse el nivel de azúcar antes de conducir vehículos o de trabajar con maquinarias para preservar la seguridad.

Tratamiento

El objetivo de tratar la hipoglucemia es elevar rápidamente los niveles de glucosa en sangre hasta un rango normal. Para esto, debe comer o beber alguna forma de azúcar, como:

  • Una o dos tabletas de glucosa o el equivalente de gel de glucosa
  • Cuatro onzas de jugo de frutas o bebida gaseosa (15 g de carbohidratos). En general, 15 g de carbohidratos elevan el nivel de azúcar en sangre unos 25 a 50 mg/dl (1,4 a 2,8 mmol/l).
  • Tres galletas graham (15 g de carbohidratos)
  • Cinco o seis caramelos duros

Siempre lleve consigo alguna forma de identificación de alerta médica Les alertará a otras personas que usted sea diabético.

Para tratar inmediatamente la hipoglucemia, siempre debe llevar consigo algún tipo de azúcar.

Espere diez a quince minutos después de ingerir azúcar y, luego, vuelva a controlarse el nivel de glucosa. Si sigue bajo, repita el tratamiento.

Si se desmaya a causa de la hipoglucemia o no responde a la ingesta, necesita tratamiento urgente. Puede ser una inyección de glucagón. El glucagón es una hormona que eleva el nivel de azúcar en sangre. Pídale una receta a su médico, de modo que siempre la tenga a mano. Además, enséñeles a sus familiares y compañeros de trabajo la forma de administrar el glucagón. Si no consigue glucagón, debe ser trasladado al hospital para que le suministren tratamiento de emergencia. Una vez que haya sido tratada satisfactoriamente, deberá identificar las razones que causaron la condición para saber cómo prevenir una recidiva.

Hiperglucemia

La hiperglucemia es el alto nivel de azúcar en sangre. La hiperglucemia prolongada es la principal causa de muchas de las complicaciones a largo plazo que padecen los diabéticos (analizadas abajo), si bien la hiperglucemia a corto plazo puede provocar una condición potencialmente mortal llamada cetoacidosis diabética. La hiperglucemia se produce cuando la persona no tiene suficiente insulina para deshacerse de la glucosa del cuerpo. Puede ser causada por cualquiera de las siguientes circunstancias:

  • Tomar muy poca insulina para los alimentos que consume
  • Comer sin tomar insulina
  • Comer una porción más grande que lo habitual sin ajustar la dosis de insulina
  • Hacer más o menos ejercicio de lo planeado sin ajustar la dosis de insulina
  • Tener estrés por una enfermedad o por factores de la vida cotidiana (puede ser necesario ajustar la dosis de insulina)

Síntomas

La hiperglucemia se debe tratar inmediatamente para evitar complicaciones posteriores. Consulte a su médico respecto de la frecuencia con que debe controlarse el azúcar.

Entre los síntomas de hiperglucemia se incluyen:

  • Altos niveles de azúcar en la orina (consulte a su médico si debe controlar la orina)
  • Micción frecuente (poliuria)
  • Aumento de la sed (polidipsia)
  • Visión borrosa

Si la hiperglucemia no se trata adecuadamente, puede conllevar cetoacidosis. Cuando la insulina es insuficiente, aumentan los niveles de azúcar en sangre y el organismo comienza a metabolizar la grasa almacenada en ácidos. Los subproductos de la metabolización de la grasa son cuerpos de cetona, que son ácidos que se acumulan en la sangre y pueden ser tóxicos.

Tratamiento

Si el nivel de azúcar en sangre usualmente es alto durante más de algunas horas, hágase un análisis de orina para medir las cetonas, para lo cual debe utilizar un kit de cetona en orina. Si tiene cetonas, debe consultar al médico inmediatamente o seguir un plan previamente acordado para tratar la condición. En la mayoría de los casos, el tratamiento para el alto nivel de azúcar y cetonas en orina será administrarse una mayor cantidad de insulina y aumentar el consumo de agua.

Si tiene hiperglucemia frecuente, consulte a su médico sobre la mejor manera de prevenirla. Tal vez sea necesario que ajuste su dieta y el régimen de administración de insulina..

Cetoacidosis diabética

Las personas con diabetes tipo 1 pueden manifestar cetoacidosis, una condición grave que raramente se presenta en las personas con diabetes tipo 2. Si el cuerpo no recibe suficiente insulina, el azúcar no puede llegar a las células para generar energía. Cuando esto sucede, el cuerpo comienza a metabolizar grasa almacenada para obtener energía. Los subproductos de la metabolización de grasa son cuerpos de cetonas, los cuales son ácidos que se acumulan en la sangre y pueden causar cetoacidosis. Las razones más comunes para que el cuerpo genere cetonas son generalmente las mismas que para la hiperglucemia, a las cuales se suman las siguientes:

  • Tomar muy poca insulina cuando tiene alguna infección; el cuerpo podría necesitar más insulina. Este es el escenario en el cual generalmente sobreviene la cetoacidosis.

Síntomas

Los signos y síntomas que indican cetoacidosis incluyen:

  • Niveles elevados de cetonas en la orina o en la sangre
  • Aliento con olor a frutas
  • Dolor abdominal
  • Náuseas y vómitos
  • Boca seca u otros signos de deshidratación
  • Fatiga
  • Función y alerta mental reducidas
  • Disnea
  • Coma

Tratamiento

En general, la cetoacidosis se trata con más insulina y líquidos. Es posible que deban administrarle líquidos por vía intravenosa.

Pídale a su médico un plan acerca de cuándo medir y consultar las cetonas. La cetoacidosis es una condición potencialmente mortal y requiere tratamiento médico inmediato.

Retinopatía diabética

La hiperglucemia crónica, así como la hipertensión, puede dañar pequeños vasos sanguíneos en la retina del ojo. La diabetes es la causa más común de ceguera en personas de entre 20 y 60 años de edad en los Estados Unidos. Este daño, llamado retinopatía diabética, suele producirse después de mucho tiempo. Las señales de daño ocular incluyen:

  • Visión doble o borrosa
  • Anillos, luces deslumbrantes o puntos en blanco
  • Puntos oscuros o flotantes
  • Dolor o presión en uno o ambos ojos
  • Dificultad para ver cosas fuera de las esquinas de los ojos

Algunas personas no tienen síntomas hasta que el daño es considerable. Por lo tanto, es esencial que consulte regularmente a su oftalmólogo para someterse a un examen de pupilas dilatadas una vez al año, como mínimo. La retinopatía diabética se puede tratar con terapia de láser, llamada fotocoagulación, o cirugía. Dejar de fumar y controlarse la presión arterial elevada también son importantes medidas preventivas.

Otras condiciones oculares ocurren casi con el doble de frecuencia y a una edad más temprana en personas con diabetes de tipo 1 que en personas sin esta enfermedad. Aparecen cataratas y glaucoma. Una catarata es una nube sobre el cristalino del ojo. El cristalino, que por lo general es transparente, enfoca la luz en la retina, pero una catarata hace que la visión sea borrosa. Esta condición se puede tratar con cirugía.

El glaucoma es causado por una mayor presión en el ojo, la cual daña el principal nervio del ojo: el nervio óptico. El daño primero causa pérdida de la visión desde los costados de los ojos. Si no se trata, el glaucoma puede causar ceguera. El glaucoma se puede tratar con gotas especiales para los ojos o cirugía con láser.

Nefropatía diabética

El nivel elevado de azúcar en sangre y la presión arterial alta dañan los glomérulos de los riñones, que son responsables de filtrar los desechos de la sangre. Este daño permite que se filtren proteínas fuera de los glomérulos y que los desechos, que deberían ser eliminados con la orina, se acumulen en la sangre. La presencia de pequeñas cantidades de proteínas en la orina se llama microalbuminuria. Su médico le indicará realizarse un análisis de orina todos los años para controlar esta situación. Dos clases de medicamentos, los inhibidores de la enzima convertasa de angiotensina y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II, pueden reducir el paso de proteínas a la orina y retrasar la manifestación de la nefropatía diabética.

A medida que el daño continúa, se filtran más proteínas y se acumulan más desechos. La presencia de cantidades más elevadas de proteínas en la orina se llama proteinuria o macroalbuminuria. A la larga, este daño puede avanzar a una insuficiencia renal, condición que requiere diálisis o un trasplante de riñón. Restringir el consumo de proteínas en pacientes diabéticos con insuficiencia renal crónica puede reducir los índices de mortalidad.

Enfermedad cardiovascular

Las personas con diabetes tipo 1 son más propensas a padecer enfermedades cardiovasculares y a morir a causa de ellas que las personas no diabéticas.

La diabetes puede provocar un aumento de los niveles de colesterol en sangre, lo cual obstruye o estrecha las arterias (aterosclerosis). Las arterias obstruidas dificultan el transporte de oxígeno y otros nutrientes esenciales por la sangre hacia los órganos y tejidos vitales, como el corazón, y pueden causar:

  • Dolor torácico (también llamadoangina): esta sensación de dolor o presión suele comenzar en el pecho e irradiar hacia el brazo y puede empeorar al hacer actividad física o después de una comida abundante. Las personas con diabetes de larga data pueden no sentir dolor torácico. Tienen que estar alertas a otros síntomas, como debilidad repentina o dificultad para respirar.
  • Ataque cardíaco: causado por el bloqueo de un vaso sanguíneo que lleva oxígeno y otros nutrientes esenciales al corazón. Cuando parte del músculo cardíaco no recibe los nutrientes que necesita para funcionar, deja de trabajar. Los síntomas incluyen dolor torácico o sensación de presión, náuseas, indigestión, debilidad extrema y sudoración. Los síntomas pueden ser más evidentes en pacientes con diabetes crónica.
  • Miocardiopatía: se trata de un debilitamiento del músculo cardíaco causado por el estrechamiento de pequeños vasos sanguíneos en todo el corazón.
  • Arteriopatía periférica (AP) de las extremidades inferiores: se reduce el flujo de sangre a la parte inferior del cuerpo, lo que causa otros problemas como dolor, fatiga, hormigueo, hinchazón o debilidad muscular. Las complicaciones de la AP aumentan el riesgo de otros trastornos cardiovasculares e incapacidad funcional.

Accidente cerebrovascular

La diabetes tipo 1 vuelve al paciente 2 a 4 veces más propenso a sufrir un accidente cerebrovascular. Un accidente cerebrovascular es causado por una obstrucción en el flujo sanguíneo al cerebro. Los efectos de un accidente cerebrovascular dependen de la parte del cerebro que resulte dañada y podrían incluir:

  • Debilitamiento o adormecimiento repentinos del rostro, brazo o pierna sobre un costado del cuerpo
  • Confusión repentina, dificultad para hablar o para entender
  • Aparición repentina de mareos, pérdida del equilibrio o problemas para caminar
  • Dificultad repentina para ver de uno o ambos ojos o visión doble repentina
  • Dolor de cabeza repentino e intenso.

Neuropatía diabética

Muchas personas con diabetes padecen formas leves a graves de daño nervioso, lo que se denomina neuropatía diabética. Tener un nivel elevado de azúcar en sangre durante muchos años puede dañar los vasos sanguíneos que transportan oxígeno a los nervios. Un nivel elevado de azúcar en sangre también puede lastimar el recubrimiento de los nervios. Los nervios dañados pueden dejar de enviar mensajes o enviarlos con excesiva lentitud o en momentos inapropiados.

El daño nervioso a causa de la diabetes se podría manifestar como:

Los pies son especialmente vulnerables a los efectos de la diabetes de tipo 1. El daño a los nervios periféricos, que conducen a los brazos, manos, piernas y pies, puede afectar la sensibilidad a estímulos como el dolor, calor y frío. Además del daño nervioso, la diabetes de tipo 1 también puede causar una reducción en el flujo sanguíneo. Si tiene una ampolla o úlcera en el pie, es posible que no la sienta a causa de la neuropatía. Y a causa del mal flujo sanguíneo, esta úlcera puede no curarse y tener más riesgo de infectarse. En casos graves, este daño nervioso puede terminar en amputaciones de pies y piernas. Por lo tanto, es esencial lavarse y examinarse los pies diariamente. Recuerde sacarse las medias y los zapatos cuando va a la consulta con el médico, de modo que pueda revisarle los pies.

Si es muy propenso a desarrollar úlceras de pie, controlar la temperatura de los pies (con un termómetro infrarrojo para piel) puede reducir la cantidad de úlceras. Puede adquirir un producto como el termómetro TempTouch.

Atenuar el riesgo de sufrir complicaciones

Sométase a chequeos regulares

A menudo, los médicos pueden detectar señales tempranas de complicaciones. Tal vez lo más importante es que la mayoría de las complicaciones enumeradas anteriormente se pueden prevenir si se siguen los estándares recomendados para el cuidado de la diabetes.

Si ha tenido diabetes durante muchos años, el médico puede recomendarle que haga lo siguiente:

  • Un control frecuente (cada tres a seis meses) de la glucohemoglobina (Hba1c) para asegurarse de que el tratamiento es eficaz.
  • Un examen ocular anual con gotas para dilatar las pupilas.
  • Un examen periódico de los pies con un "monofilamento" de nylon para determinar que la sensibilidad sea normal.
  • Un análisis de orina todos los años para detectar microalbuminuria.
  • Un control estricto de la presión arterial, las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y los triglicéridos para atenuar el riesgo a largo plazo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Consulte al médico para saber cuáles son los valores correctos en su caso.
  • Vacúnese todos los años contra la gripe y periódicamente contra los neumococos para reducir los riesgos de contraer neumonía.
  • Según su edad y factores de riesgo, tome una dosis baja de aspirina todos los días.

Desafortunadamente, muchos pacientes no se adhieren a estos estándares. Como resultado, los índices de complicaciones relacionadas con la diabetes son más altos de lo que deberían ser.

Esfuércese por mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de un rango saludable

Es muy importante que sepa cuáles son estos rangos normales respecto de:

  • Niveles de azúcar en sangre
  • Niveles de presión arterial

Colabore con su médico para determinar los rangos saludables en su caso.

Si tiene alguna de estas señales de alerta, comuníquese con su médico de inmediato:

  • Problemas de la visión, como visión borrosa o con manchas
  • Cansancio
  • Palidez
  • Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies
  • Infecciones repetidas o lenta curación de heridas
  • Dolor de pecho
  • Picazón vaginal
  • Dolores de cabeza permanentes
  • Cortaduras o ampollas en los pies
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Ultima revisión September 2015 por Kim A. Carmichael, MD Last Updated: 9/8/2015