Jane y Elizabeth están haciendo dietas estrictas de bajas calorías, aunque ambas tienen un peso peligrosamente bajo. Angela y Hank ingieren en secreto enormes cantidades de comida de un tirón y, después, vomitan y pasan horas haciendo ejercicio. Evelyn y Fred ingieren enormes cantidades de comida y, después, se sienten culpables y deprimidos. ¿Qué tienen en común estas seis personas? Todos tienen algún tipo de trastorno de la alimentación.
En un intento por mantenerse saludables, muchas personas tratan de controlar la cantidad de comida que ingieren, así como su peso y figura. Algunas personas experimentan alteraciones breves en sus patrones de alimentación como reacción ante una situación estresante o al hacer dieta para mejorar su aspecto o su salud. Sin embargo, las personas con un trastorno de la alimentación piensan en la comida, el peso y la imagen corporal constantemente.
A menudo, también tienen problemas médicos y psicológicos.
En casos de complicaciones médicas graves, como desnutrición grave, deshidratación o irregularidades cardíacas, puede ser necesaria la hospitalización.
Existen tres tipos principales de trastornos de la alimentación: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Los trastornos de la alimentación pueden alterar las actividades escolares y laborales, y las relaciones, y causar problemas de salud graves que podrían atención médica permanente. En casos graves, pueden causar discapacidad permanente y hasta la muerte. En un intento por crear conciencia, se incluyó el trastorno por atracón en la actualización de 2013 del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría.
Según la Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados (ANAD), más de 30 millones de estadounidenses tienen algún tipo de trastorno de la alimentación. La mayoría de los casos se da en mujeres de 12 a 25 años. Sin embargo, los trastornos de la alimentación también ocurren en hombres y en personas de otras edades. La mayoría de las personas presentan síntomas antes de los 20 años. Los trastornos de la alimentación pueden durar de varios meses a muchos años.
Pueden ocurrir en personas de todos los orígenes raciales, étnicos y socioeconómicos. El índice de trastornos de la alimentación es más alto en ciertas ocupaciones, tales como la danza, la gimnasia y el modelaje, donde hay un exceso de presión por mantener un peso y un aspecto específicos.
Algunas personas con anorexia nerviosa también comen compulsivamente y vomitan (se purgan) para mantener bajo su peso
A menudo, las personas con bulimia mantienen un peso relativamente normal por medio de las purgas y las dietas, el ejercicio y el ayuno excesivos.
Muchas personas con trastorno por atracón tienen sobrepeso.
Los trastornos de la alimentación no tienen una sola causa. Por el contrario, a menudo, se trata de una interacción compleja entre la genética, los antecedentes familiares, la interacción con pares y el entorno. Con frecuencia, las personas que tienen trastornos de la alimentación tienen otros problemas psicológicos, tales como trastornos del estado de ánimo o trastornos de ansiedad. Los trastornos de la alimentación están marcados por ciclos continuos de comportamiento y sentimientos, tales como la culpa por comer de más o el deseo de perder más peso. Estos sentimientos se refuerzan y suelen convertirse en un mecanismo para lidiar con problemas o cambios.
Para las personas con trastornos de la alimentación, se desarrolla un plan de tratamiento individualizado que se basa en una evaluación psicológica y un examen médico rigurosos. Se suelen combinar varios de los siguientes enfoques.
La mayoría de las personas con trastornos de la alimentación obtienen cierto nivel de resultados favorables con el tratamiento. Sin embargo, la extensión y rapidez de la respuesta varían con la persona, y las recaídas son comunes.
Como con la mayoría de los problemas de salud, la detección y el tratamiento tempranos son lo mejor. Esto ayuda a romper el ciclo dañino y evitar que se vuelva un hábito. La intervención temprana también puede ayudar a tratar problemas psicológicos.
Si usted cree que puede tener un trastorno de la alimentación, pida una consulta para hablar con su médico o con un profesional de salud mental. Si sospecha que algún conocido puede tener un trastorno de la alimentación, aliéntelo a buscar ayuda profesional.
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Ultima revisión April 2017 por EBSCO Medical Review Board Michael Woods, MD, FAAP Last Updated: 04/14/2015