Definición

Ciertas condiciones médicas a largo plazo, como el cáncer y las enfermedades infecciosas e inflamatorias, pueden causar anemia. La anemia es la presencia de un nivel bajo de glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos transportan el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Cuando los glóbulos rojos están bajos, el cuerpo no recibe suficiente oxígeno.

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Causas

Ciertas enfermedades le advertirá a su cuerpo que limite la cantidad de hierro disponible. Esto evitará que la infección o el cáncer usen el hierro para crecer. Lamentablemente, el hierro también es necesario para producir glóbulos rojos sanos. Con el tiempo, esto llevará a que haya menos glóbulos rojos nuevos.

Las enfermedades a largo plazo que pueden llevar a la anemia incluyen:

• Infecciones crónicas, como tuberculosis, abscesos pulmonares y endocarditis subaguda
• Enfermedades inflamatorias no infecciosas, como artritis reumatoide, osteomielitis, lupus eritematoso sistémico y enfermedad intestinal inflamatoria
• Infecciones infantiles comunes, como infecciones de los oídos e infecciones de las vías urinarias
• Insuficiencia cardíaca, enfermedad de la tiroides e insuficiencia renal
• Cáncer, especialmente la enfermedad de Hodgkin, el cáncer de pulmón y el cáncer de mama

Factores de riesgo

Cualquier persona de cualquier edad con una enfermedad crónica inflamatoria o infecciosa puede tener riesgo de anemia por enfermedad crónica, pero los ancianos son quienes tienen el mayor riesgo.

Síntomas

Por lo general, la anemia por enfermedad crónica se desarrolla lentamente y produce pocos síntomas o ninguno. Cuando se observan síntomas, suelen ser leves. Los síntomas incluyen:

• Palidez, mareos, fatiga y frecuencia cardíaca rápida
• Fiebre

Diagnóstico

El médico le preguntará acerca de sus síntomas e historia clínica, particularmente acerca de antecedentes de enfermedad crónica inflamatoria o infecciosa, o cáncer. Se le realizará un examen físico.

También es posible que se analicen los líquidos corporales. Esto puede realizarse por medio de:

• Análisis de sangre
• Biopsia de la médula ósea

Tratamiento

Con la anemia por enfermedad crónica, si se detecta y se trata la enfermedad subyacente que la causa, la anemia puede mejorar o desaparecer por sí sola. Por lo general, los suplementos de hierro y las vitaminas no son eficaces.

Para los casos graves de anemia por enfermedad, puede ser necesario realizar transfusiones de sangre. Otro tratamiento es tomar agentes estimulantes de la eritropoyesis (ESA), que ayudan a estimular el crecimiento de nuevos glóbulos rojos. Es importante considerar los riesgos de estos fármacos antes de comenzar con el tratamiento. Existe evidencia de que los ESA pueden acortar la supervivencia en pacientes con cáncer.

Prevención

Si tiene una condición médica crónica, continúe el tratamiento prescrito y mantenga visitas regulares con su médico.