La morfina rectal puede ser adictiva, especialmente con uso prolongado. Use la morfina rectal exactamente según lo indicado. No use de más, no lo use con más frecuencia ni lo use de una manera diferente a la que le indicó su médico. Mientras toma la morfina rectal, hable con su proveedor de atención médica de sus objetivos de tratamiento del dolor, duración de tratamiento, y otras formas de controlar su dolor. Informe a su médico si usted o alguien de su familia bebe o ha bebido grandes cantidades de alcohol, usa o alguna vez ha usado drogas ilícitas, o ha abusado de los medicamentos con receta médica, o si tiene o ha tenido depresión u otra enfermedad mental. Existe un mayor riesgo de que usted abuse de la morfina rectal si tiene o ha tenido cualesquiera de estas condiciones. Hable con su proveedor de atención médica de inmediato y pidale consejo si piensa que tiene una adicción a los opiáceos, o llame a la línea de ayuda (National Helpline) de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias de E.E.U.U (SAMHSA, por sus siglas en inglés) a 1-800-662-HELP.
La morfina puede aumentar el riesgo de que experimente problemas de respiración u otros problemas de respiración graves o que pongan en peligro su vida, sedación o coma si se usa junto con determinados medicamentos. Informe a su médico si está tomando o planea tomar cualesquiera de los siguientes medicamentos: benzodiazepinas como alprazolam (Xanax), diazepam (Diastat, Valium), estazolam, flurazepam, lorazepam (Ativan) y triazolam (Halcion); medicamentos para enfermedad mental, náuseas o dolor; relajantes musculares; sedantes; píldoras para dormir; o tranquilizantes. Es posible que su médico necesite cambiar la dosificación de sus medicamentos y lo supervise atentamente. Si usa la morfina rectal con cualquiera de estos medicamentos y desarrolla cualquiera de los siguientes síntomas, llame a su médico inmediatamente o busque atención médica de emergencia: mareos inusuales, aturdimiento, somnolencia extrema, respiración difícil o lenta o no tiene capacidad de respuesta. Asegúrese de que su encargado del cuidado o los miembros de su familia conozcan cuáles son los síntomas que pueden ser graves para que puedan llamar al médico o a la atención médica de emergencia si usted no puede buscar tratamiento por su cuenta.
Beber alcohol, tomar medicamentos con o sin receta médica que contengan alcohol o usar drogas ilícitas durante su tratamiento con la morfina rectal, aumenta el riesgo de que experimente estos efectos secundarios graves que pongan en riesgo su vida. No beba alcohol ni tome medicamentos con o sin receta médica que contengan alcohol ni use drogas ilícitas durante su tratamiento.
Hable con su médico sobre los riesgos de usar la morfina rectal.
La morfina rectal se usa para aliviar el dolor de moderado a fuerte. La morfina pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos). Funciona al cambiar la manera en que el cuerpo responde al dolor.
La presentación de la morfina rectal es en supositorios para insertar en el recto. Generalmente se inserta cada 4 horas. Use la morfina rectal aproximadamente a la misma hora todos los días. Siga atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta de su receta médica y pida a su médico o farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda. Use la morfina exactamente como se le indica.
Su médico puede ajustar su dosis de morfina durante su tratamiento para controlar su dolor lo mejor posible. Si considera que su dolor no está controlado, llame a su médico. No cambie la dosis de su medicamento sin hablar con su médico.
No deje de usar morfina sin consultar a su médico. Es posible que su médico disminuya su dosis gradualmente. Si deja de tomar morfina repentinamente, es posible que experimente síntomas de abstinencia, tales como ansiedad; sudoración; dificultad para conciliar el sueño o permanecer despierto; escalofríos; temblor de una parte del cuerpo que no puede controlar; náuseas; diarrea; secreción nasal, estornudos o tos; vello erizado; o alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen).
Siga estos pasos para usar los supositorios:
Este medicamento se puede recetar para otros usos; para obtener más información pregunte a su médico o farmacéutico.
Antes de usar la morfina rectal,
Tome suficientes líquidos mientras usa este medicamento.
Inserte la dosis que omitió tan pronto como lo recuerde. Sin embargo, si ya casi es hora de la próxima dosis, omita la dosis que le faltó y continúe con su programa regular de dosificación. No duplique la dosis para compensar la dosis omitida.
La morfina puede ocasionar efectos secundarios. Informe a su médico si cualesquiera de estos síntomas son intensos o no desaparecen:
Algunos efectos secundarios pueden ser graves. Si presenta alguno de estos síntomas, llame a su médico inmediatamente:
La morfina puede ocasionar otros efectos secundarios. Llame a su médico si tiene algún problema inusual mientras usa este medicamento.
Si desarrolla un efecto secundario grave, usted o su doctor puede enviar un informe al programa de divulgación de efectos adversos 'MedWatch' de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) en la página de Internet ( Web Site ) o por teléfono al 1-800-332-1088.
Mantenga este medicamento en su envase original, cerrado herméticamente y fuera del alcance de los niños. Almacénelo a temperatura ambiente y lejos del exceso de calor y de la humedad (no en el baño).
Es importante que mantenga todos los medicamentos fuera de la vista y el alcance de los niños, debido a que muchos envases (tales como los pastilleros de uso semanal, y aquellos que contienen gotas oftálmicas, cremas, parches e inhaladores) no son a prueba de niños pequeños, quienes pueden abrirlos fácilmente. Con el fin de protegerlos de una intoxicación, siempre use tapaderas de seguridad e inmediatamente coloque los medicamentos en un lugar seguro, uno que se encuentre arriba y lejos de su vista y alcance. Web Site
Los medicamentos que ya no son necesarios se deben desechar de una manera apropiada para asegurarse de que las mascotas, los niños y otras personas no puedan consumirlos. Sin embargo, no debe desechar estos medicamentos por el inodoro. En su lugar, la mejor manera de deshacerse de sus medicamentos es a través de un programa de devolución de medicamentos. Hable con su farmacéutico o póngase en contacto con su departamento de basura/reciclaje local para conocer acerca de los programas de devolución de medicamentos de su comunidad. Consulte el sitio web de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), ( Web Site) para obtener más información de cómo desechar de forma segura los medicamentos, si no tiene acceso al programa de devolución de medicamentos.
En caso de sobredosis, llame a la línea de ayuda de control de envenenamiento al 1-800-222-1222. La información también está disponible en línea en Web Site. Si la víctima se ha derrumbado, ha tenido una convulsión, tiene dificultad para respirar, o no puede despertarse, llame inmediamente a los servicios de emergencia al 911.
Mientras toma la morfina, es posible se le pida que siempre tenga un medicamento de rescate llamado naloxona (por ejemplo, en su casa o oficina). La naloxona se usa para revertir los efectos de un sobredosis que ponen en riesgo la vida. Trabaja al bloquear los efectos de los opiáceos para aliviar los síntomas peligrosos causados por los altos niveles de opiáceos en la sangre. Usted probablemente no podrá tratarse si experimenta una sobredosis de opiáceos. Debe asegurarse que los miembros de su familia, encargados del cuidado médico de otra persona, o personas que pasan tiempo con usted sepan cómo saber si está experimentando una sobredosis, cómo usar la naloxona, y qué hacer hasta que llegue la ayuda médica de emergencia. Su médico o farmacéutico le demostrarán a usted y a los miembros de su familia cómo usar el medicamento. Pidale a su farmacéutico las instrucciones o visite el sitio web del fabricante para obtener las instrucciones. Si alguien ve que usted está experimentando síntomas de un sobredosis, él o ella debe darle su primera dosis de naloxona, llamar al 911 de inmediato, y quedarse con usted y observarlo atentamente hasta que llegue la ayuda médica. Sus síntomas pueden reaparecer dentro de unos minutos después de recibir la naloxona. Si sus síntomas reaparecen, la persona debe darle una otra dosis de naloxona. Se pueden administrar dosis adicionales cada 2 a 3 minutos si las síntomas reaparecen antes de que llegue la ayuda médica.
Los síntomas de una sobredosis pueden incluir los siguientes:
Asista a todas las citas con su médico y las del laboratorio. Su médico podría ordenar algunas pruebas de laboratorio para comprobar la respuesta de su cuerpo a la morfina.
Antes de hacerse alguna prueba de laboratorio (especialmente las que incluyan azul de metileno), informe a su médico y al personal del laboratorio que está usando morfina rectal.
Esta receta médica no se puede volver a surtir. Si usa morfina para controlar su dolor a largo plazo, asegúrese de programar sus citas con el médico de manera que no se quede sin medicamento. Si usa morfina a corto plazo, llame a su médico si sigue sintiendo dolor después de terminar de tomar el medicamento.
Es importante que Ud. mantenga una lista escrita de todas las medicinas que Ud. está tomando, incluyendo las que recibió con receta médica y las que Ud. compró sin receta, incluyendo vitaminas y suplementos de dieta. Ud. debe tener la lista cada vez que visita su médico o cuando es admitido a un hospital. También es una información importante en casos de emergencia.
¶ Este producto de marca ya no está en el mercado. Las alternativas genéricas pueden estar disponibles.
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Documento actualizado: 15 Marzo 2018.