El mal de Parkinson por lo general comienza muy lenta y sutilmente. Algunas personas notan un temblor sólo en un dedo. (Michael J. Fox descubrió su mal de Parkinson de esta manera). Con el paso del tiempo, su temblor comenzó a afectar toda la mano, y después todo el brazo. Otros síntomas también podrían comenzar gradualmente, volviéndose más severos con el tiempo. No todas las personas con mal de Parkinson desarrollan cada síntoma. Además, algunos de estos síntomas (específicamente la depresión, alteración del sueño, y pérdida del olfato) podrían comenzar años antes de que se note un temblor.
Los síntomas de mal de Parkinson podrían incluir:
Sacudidas o temblores
Por lo general ocurren en reposo, pero podrían desaparecer mientras se está moviendo intencionalmente
Por lo general están ausentes durante el sueño
Podrían empeorar cuando está bajo estrés emocional
Podrían tomar la forma de "movimiento de fricción" (un movimiento de frotar el dedo índice y el pulgar)
Los temblores tienden a comenzar en un solo dedo en la mano, pero podrían avanzar al brazo completo, cabeza, labios, pies
Movimientos lentos (bradiquinesia)
El caminar y otro movimiento se vuelve muy lento
Usted podría comenzar a arrastrar los pies al caminar
Sus pasos se vuelven cada vez más cortos
Agarrotamiento o rigidez muscular
Si alguien toma su brazo y trata de moverlo, parecerá que usted está apretando intencionalmente sus músculos y haciendo resistencia, aunque esto esté sucediendo de manera totalmente involuntaria.
Su escritura se puede volver muy pequeña y estrecha, ya que se vuelve más difícil iniciar a moverse.
Usted perderá la capacidad de participar en movimientos automáticos, como parpadear y mover los brazos al caminar.
Debido a que la deglución se vuelve extremadamente difícil, usted podría comenzar a babear y tener un riesgo incrementado de ahogarse con los alimentos.
Los músculos faciales rígidos podrían tomar una expresión llamada la "cara de Parkinson", una mirada sin parpadear, sin sonreir, y similar a una máscara.
Usted podría tener dificultad para iniciar el movimiento y tener dificultad para levantarse de una posición sentada.
Problemas con el habla
Su voz se puede volver más suave.
Usted podría hablar en una voz monótona y plana.
Usted podría comenzar a tartamudear.
Problemas con el equilibrio y la coordinación
Usted podría empezar a caminar de manera muy inestable.
Usted podría tener un riesgo incrementado de caerse.
La escritura, vestido, y alimentación se vuelven más difíciles.