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Adentrándose En Sus Patrones Alimenticios

Comer a Conciencia

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Cuando alguien está intentando perder peso, un consejo común es "Coma sólo cuando tenga hambre." Suena bastante simple, pero las razones por las que las personas comen pueden ser muy complejas y muchas quizás no tienen nada que ver con el hecho de tener hambre. Nuestras corazonadas internas están influenciadas por todo tipo de otras señales provenientes del exterior. Rastrear aquellas "otras señales" ha mantenido a los científicos ocupados y produciendo algunas sorpresivas investigaciones sobre los patrones alimenticios. ¿Se reconoce en cualquiera de estos patrones?

El Mito del "Almuerzo Ligero"

¿Se siente virtuoso debido a que tuvo un "almuerzo ligero"? Las probabilidades de que usted compense esto posteriormente en el día son bastante buenas. Un estudio conducido por científicos del National Center for Toxicology monitoreó la cantidad de grasa típicamente consumida en el almuerzo por 17 sujetos. Los investigadores les dieron a los participantes comidas durante tres diferentes periodos. Todas las comidas contenían la misma cantidad de grasa que la del almuerzo usual de los participantes, pero a estos se les dijo que tenía menos, más o la misma cantidad de grasa a la que usualmente comían.

¿Los resultados? Cuando las personas pensaron que estaban comiendo menos grasa en el almuerzo, comieron más calorías que cuando se les dijo que la comida era alta en grasas. También comieron más calorías provenientes de grasas en comparación tanto a los periodos de "bajo en grasa" como a los de "grasa normal."

El Poder de la Sugestión

Si bien el comer "sólo un pedacito" de ese mortal pastel de chocolate quizás suene razonable y puede funcionar para algunas personas, un estudio reciente muestra que esto puede ser contraproducente. Cuarenta y seis estudiantes universitarios fueron divididos en dos grupos: alimentados y hambrientos. Después, por 90 segundos, los estudiantes observaron una fotografía del chocolate o bien probaron una pieza del chocolate, escucharon una descripción del chocolate o bien no recibieron algún "estímulo de chocolate."

Las personas que probaron o vieron el chocolate reportaron un mayor deseo por comer chocolate que las personas que oyeron sobre el chocolate. Sin embargo, cuando a cada sujeto se les dio media libra de chocolate, no hubo diferencia entre ninguno de los grupos en cuanto a la cantidad de chocolate que en realidad se comieron.

¿Las Cenas más Temprano son Cenas Más Sanas?

image Usted omite el desayuno y toma un bocadillo a la hora del almuerzo de la máquina expendedora. Antes de que se de cuenta, son las cuatro y lo más que ha comido son unos cuantos pretzels. Así que cuando cruza la puerta después del trabajo, se enfila directo al refrigerador.

Los investigadores de the City University of New York revisaron a través de diarios alimenticios de más de 1,800 mujeres en busca de una conexión entre el peso de las mujeres y qué porcentaje de sus calorías diarias comen después de las 5:00 p.m. Aunque no encontraron la conexión que estaban buscando, descubrieron algo más. Las mujeres que consumen la mayoría de sus calorías antes de las 5:00 p.m. generalmente comen una dieta más saludable que aquellas que se llenan de más calorías después de esta hora. Quienes comen más temprano comen menos grasas, proteínas y alcohol y más carbohidratos, folato, vitamina C y vitamina B6 que quienes comen más tarde.

El Olor Duce del Estrés

¿El estrés le hace buscar las galletas con chispas de chocolate? Usted no está solo. Los investigadores aumentaron los niveles de estrés en mujeres al obligarlas a observar un video sobre accidentes industriales, y después las colocaron en un cuarto con bocadillos dulces, salados e insípidos. Comparadas con mujeres que observaron un video sobre un viaje más placentero, las mujeres estresadas comieron cerca del doble de los bocadillos dulces. Sin embargo, los hombres tuvieron una respuesta opuesta. En general, los hombres estresados comieron menos de todas las opciones que los hombres relajados.

Momento del Capricho

El escuchar un pequeño tono vivo mientras come quizás parezca algo festivo, pero puede estimularlo a que coma más de lo que usted pretende. Varios estudios han mostrado que nuestros tenedores parecen sincronizarse con la música mientras come. Cuando se toca una música rápida durante las comidas, las personas comen más bocados por minutos, dan bocados más grandes, mastican menos los alimentos y comen más calorías que cuando se toca música lenta o bien ninguna música.

Más de Gente Feliz

Reunirse con los amigos para cenar es una buena forma de relajarse, pero podría poner algunas calorías extras en su día. Psicólogos de University of Toronto sirvieron cenas a 120 mujeres, ya fuera solas, en parejas o en grupos. Algunas mujeres comieron con sus amigos, otras con extraños y otras solas. Quienes estaban solas comieron menos que aquellas que lo hicieron en parejas o en grupos. Y las mujeres que cenaron con sus amigos comieron más postres que aquellas quienes estaban con extraños.

La Clave para Domar los Impulsos: Comer "Conscientemente"

¿Todo esto significa que usted debe comer a solas en un lugar silencioso con los ojos cerrados? Claro que no. Los investigadores sólo están comenzando a burlarse de las complejidades de nuestras conductas alimenticias. Y entre más influencias descubran, más confusos parecen ser nuestros hábitos alimenticios. El pensar un plan para combatir cada uno de los estímulos externos podría volverlo loco, pero desarrolla un hábito de "comer de manera consciente" puede ayudarle a ponerlo al control de la situación. Finalmente, el comer con consciencia involucra están al pendiente y, sobre todo, disfrutarle realmente de sus comidas. Así que he aquí algunos consejos para ayudarle a poner la hora de comer bajo su voluntad.

Aprenda las muestras de hambre de su cuerpo. Cada cuerpo responde de manera distinta al hambre. Quizás su estómago gruña, o tenga problemas para concentrarse. Quizás su estómago sólo sienta un vacío. Sepa cómo leer las señales. Cuando usted espere por unos cuantos segundos o por la bolsa de papas, deténgase y escuche a su cuerpo. ¿Realmente tiene hambre?

Establezca una atmósfera tranquila a la hora de comer. Evite los temas controversiales a la hora de comer. Hablar sobre cómo no puede pagar un techo nuevo o sobre los despidos de la oficina puede esperar hasta después de la cena. Venga a la mesa relajado. Tómese cinco minutos para cerrar sus ojos y respirar profundamente. Apague la música y ponga algunas melodías dulces. Guarde los asuntos vivarachos para más tarde. Encienda algunas velas.

Dele tiempo a su cuerpo para registrar la cena. Coma lentamente y espere al menos quince minutos antes de levantarse. Esto es lo que tarda su estómago en enviarle una señal a su cerebro de que está lleno.

Saboree su comida. Incluso si usted está cautivado por la conversación con los otros, asegúrese de apreciar las texturas, sabores y aromas de su comida.

Apoye sus mercados locales de fruta. En Italia, nació el movimiento del Slow Food que se describe como una organización sin fines de lucro y cuyos miembros ecogastronómistas la fundaron en 1989 para contrarrestar a la comida rápida y a su consiguiente estilo de vida, combatir la desaparición tanto de las tradiciones alimenticias locales como el menguado interés por los alimentos que se comen, de dónde provienen, cómo saben y profundizar en cómo nuestras elecciones alimenticias afectan al resto del mundo. Al estar más en sincronía con su comida, sabiendo de dónde proviene y cómo se produce se influencia qué y cuánto comemos.

Fuentes Adicionales:

American Dietetic Association
http://www.eatright.org

Nutrition.gov
http://www.nutrition.gov/

Slow Food Movement
http://www.slowfood.com/welcome_eng.lasso

REFERENCIAS:

Clendenen VA, Herman CP, Polivy J. Social facilitation of eating among friends and strangers.Appetite.23:1-13.

Grunberg NE, Straub RO. The role of gender and taste class in the effects of stress on eating.Health Psychology.1992;11:97-100.

Kant AK, Ballard-Barbash R, Schatzkin A. Evening eating and its relation to self- reported body weight and nutrient intake in women, CSFII 1985-1986.J Am Coll Nutr.1995;14:358-63.

Lambert KG, Neal T, Noyes J, Parker C, et al. Food-related stimuli increase desire to eat in hungry and satiated human subjects.Current Psychology: Research & Reviews.1991-1992;10:297-303.

Ultima revisión February 2017 por EBSCO Medical Review Board Michael Woods, MD, FAAP