Carol y Todd Johnson (los nombres han sido cambiados) estaban aterrados cuando su hija comenzó a tener problemas respiratorios un par de horas después de nacer. Todo parecía estar bien, pero pronto, sus pulmones y otros sistemas corporales comenzaron a fallar. "No teníamos idea de lo que estaba sucediendo. Los médicos no creían que lo lograría," recuerda Todd. "Más tarde averiguamos que ¡El
estreptococo de grupo B
provocó esto!"
Los estreptococos de grupo B, (GBS) aunque son poco comunes, pueden causar enfermedades serias o la muerte en un recién nacido. El GBS afecta aproximadamente a uno de cada 2,000 bebés nacidos en los Estados Unidos cada año. Usted podría no haber escuchado de esta enfermedad. Pero, si usted está embarazada o está pensando en embarazarse, averigüe cómo una sencilla prueba de revisión y el tratamiento con antibióticos pueden protegerla a usted y a su bebé.
El estreptococo de grupo B es una bacteria que normalmente vive en el tracto gastrointestinal y genitourinario, y comúnmente se encuentra en el cuerpo en las áreas vaginal y/o rectal. El GBS algunas veces puede causar enfermedades en bebés recién nacidos, mujeres embarazadas, adultos de la tercera edad, y adultos con condiciones médicas crónicas, como diabetes, enfermedad hepática o cáncer. Esta infección generalmente es fácil de tratar en adultos, pero en bebés recién nacidos, puede conllevar a infecciones amenazantes para la vida, como sepsis (infección de la sangre) y meningitis (infección del líquido y revestimiento alrededor del cerebro). En casos muy raros, los bebés que han tenido meningitis pueden desarrollar problemas a largo plazo, como pérdida de la audición y/o visión o discapacidades del aprendizaje, e incluso pueden morir si la infección se deja sin tratamiento.
Los bebés recién nacidos se infectan con GBS de tres maneras:
Afortunadamente, no todos los bebés que están expuestos a las bacterias se infectarán.
El GBS está presente en el 10% al 35% de todas las mujeres adultas sanas. No todas las mujeres con la bacteria la transmitirán. Tener cualquiera de lo siguiente incrementará el riesgo de transmitir la bacteria de GBS al bebé:
Por lo general, la mujer embarazada no tiene síntomas de GBS. En mujeres embarazadas, las infecciones por GBS pueden causar infección en el revestimiento uterino o líquido amniótico y conllevar a aborto séptico. Ocurren dos formas de infección en recién nacidos.
La enfermedad GBS de inicio temprano produce malestar dentro de seis días del parto, por lo general, dentro de las primeras 24 horas. Los síntomas incluyen sepsis, neumonía y meningitis. Entre el 5% y el 20% morirán.
La enfermedad GBS de inicio tardío por lo general ocurre de uno a tres meses después del parto. Los problemas médicos asociados con la enfermedad de inicio tardío podrían incluir sepsis y meningitis. Existe una probabilidad del 15% al 30% de que los bebés con meningitis tengan problemas a largo plazo, como parálisis cerebral, pérdida auditiva y problemas del desarrollo.
Los síntomas de la enfermedad de inicio temprano y tardío incluyen:
Aproximadamente uno de cada cuatro recién nacidos con la enfermedad GBS de inicio tardío pueden morir sin tratamiento.
Si usted nota alguno de estos síntomas en su bebé (especialmente si ha tenido un resultado positivo para la bacteria estreptococo de grupo B), avise inmediatamente a su médico.
La revisión para detectar la bacteria de GBS es muy sencilla. Su médico tomará una frotis del exterior de la vagina y del recto aproximadamente un mes antes de que el bebé nazca y enviará esta muestra al laboratorio para examinar la presencia de la bacteria. Por lo general, los resultados están disponibles en 24-48 horas.
"Irónicamente suficiente," señala Todd Johnson, "mi esposa después recordó leer una revista en el consultorio del gineco-obstetra con respecto al estreptococo de grupo B y el llamado de American College of Obstetrics and Gynecology para todos los obstetras a empezar con la examinación de rutina para todos sus pacientes. Ella nunca había sido examinada." La experiencia de Carol y Todd con el GBS resalta la importancia de ser examinado para detectar este tipo de enfermedad altamente tratable.
Si su examen resulta positivo, las recomendaciones actuales por parte de Centers for Disease Control and Prevention y otros expertos es que usted reciba antibióticos por vía intravenosa durante su labor de parto y alumbramiento. Generalmente, no se recomienda que las mujeres tomen antibióticos antes de la labor para prevenir GBS (a menos que se identifique GBS en la orina) debido a que estudios han mostrado que no ofrece protección para las etapas más tempranas. La decisión de tomar antibióticos es algo que usted debería discutir con su médico para valorar los riesgos y beneficios, pero sólo los antibióticos intravenosos durante la labor de parto han mostrado reducir el riesgo de un bebé de enfermarse.
Afortunadamente, sólo porque un bebé esté expuesto al GBS, no significa que pueda enfermarse. Sin embargo, si no se administran antibióticos durante la labor de parto, un bebé expuesto tiene al menos 1 entre 200 posibilidades de enfermarse gravemente. Los antibióticos reducen este riesgo veinte veces, aunque no lo eliminan por completo. Un bebé diagnosticado con GBS será tratado con antibióticos intravenosos durante 10 días aproximadamente. Sin embargo, incluso con examinación y tratamiento antibiótico, algunos bebés podrían contraer la enfermedad a pesar de la revisión. Muchas de las madres parecen tener riesgo de GBS aunque su revisión resulte negativa. Si usted tiene alguno de los riesgos enlistados al inicio de este artículo, sería importante hablar con su médico acerca de recibir tratamiento durante la labor de parto; incluso si su examinación resultó negativa. Actualmente, se están desarrollando vacunas para prevenir GBS y eventualmente nos permitirán eliminar este grave riesgo para los recién nacidos.
Lo primer que usted puede hacer es pedir a su gineco-obstetra que la examine para detectar GBS antes de su fecha estimada de parto a las 35-37 semanas. Si usted ha sido identificada como una portadora de GBS, asegúrese de informar a su médico o partera acerca de su estado cuando se rompa su fuente o llegue al hospital durante la labor de parto. Al ser examinada y tratada durante la labor (si usted tiene GBS), puede reducir el riesgo de que su hijo desarrolle GBS. Menos mal para Todd y Carol, su hija no sufrió discapacidad a largo plazo, pero ellos creen que la revisión y tratamiento más tempranos habrían evitado sus cicatrices emocionales.
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Ultima revisión June 2016 por
EBSCO Medical Review Board
Michael Woods, MD
Last Updated: 06/30/2016