por Rick Alan
Cuando el aire se enfría o seca, como en la temporada de invierno, hace que las hemorragias nasales sean más propensas a ocurrir. Los niños son los más susceptibles. Afortunadamente existen consejos fáciles para manejar e incluso prevenir que sus hijos sufran hemorragias nasales.
Aproximadamente el 80% del tiempo, una hemorragia nasal (epistaxis) ocurre debido a que los diminutos vasos sanguíneos en el interior de la nariz sufren una ruptura. Este tipo de hemorragia nasal, llamada hemorragia nasal anterior, se presenta debido a que la sangre fluye fuera de la parte frontal (o anterior) de la nariz.
Generalmente estos tipos de hemorragia nasal no son serios y por lo general se detienen por sí solos o requieren sólo simples medidas para detener el sangrado; rara vez requieren atención médica. Casi siempre las hemorragias anteriores son el resultado de una irritación en el interior de la nariz cuya causa se debe a varios factores, incluyendo:
Por otro lado, las hemorragias posteriores son mucho menos comunes y ocurren cuando el flujo de sangre proviene de la cavidad nasal y baja a la parte trasera (o posterior) de la boca y garganta. Generalmente son una señal de un padecimiento médico subyacente más serio, tal como la presión arterial alta, hemofilia, otros trastornos sanguíneos o un tumor nasal. También los medicamentos anticoagulantes pueden causar hemorragias nasales posteriores.
Los niños y adolescentes son los más susceptibles a sufrir hemorragias nasales anteriores, aunque también los adultos pueden experimentarlas. También las mujeres embarazadas tienden a ser propensas a este tipo de hemorragia nasal. El aumento al suministro sanguíneo en el transcurso del embarazo ejerce presión adicional en los diminutos vasos sanguíneos de la nariz.
Si su hijo sufre una hemorragia nasal que no se detiene por sí sola pronto, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que usted tome las siguientes medidas:
También la AAP nota que aunque la mayoría de las hemorragias son benignas, un pediatra y, si es necesario un especialista en oído-nariz-garganta, debe evaluar a un niño con sangrado severo o recurrente o el sangrado de ambas fosas nasales.
Una vez que se haya detenido el sangrado, haga que su hijo mantenga su cabeza elevada y haga que evite el esfuerzo extenuante y sonarse la nariz durante al menos una hora.
Existen varias medidas que puede tomar para evitar que su hijo (o usted) sufran de hemorragias nasales anteriores, incluyendo:
American Academy of Otolaryngology
http://www.entnet.org
American Academy of Pediatrics
http://www.aap.org
AboutKidsHealth
http://www.aboutkidshealth.ca/
Canadian Family Physician
http://www.cfpc.ca/cfp/
Nelson Textbook of Pediatrics . 18th Edition. RM Kleigman, RE Behrman, HB Jenson, BF Stanton, Eds. Saunders, Philadelphia PA, 2007.
Ultima revisión February 2016 por EBSCO Medical Review Board Michael Woods, MD