por Robert Bittner
Actualmente, la sociedad está despertando al hecho de que la violencia doméstica (abuso físico entre los hombres y las mujeres) es un problema que va más allá de los estereotipos de género. Una variedad de estudios que se llevaron a cabo desde 1975 han mostrado que los hombres y las mujeres son igualmente propensos a cometer y a sufrir abuso.
En otras palabras, el abuso doméstico es un problema "humano." Y los hombres maltratados, como las mujeres maltratadas, necesitan ayuda. De acuerdo con the Centers for Disease Control and Prevention, los hombres son las víctimas de 2.9 millones de agresiones físicas provenientes de sus parejas.
Desafortunadamente, la conciencia del problema de los hombres maltratados ha llegado a ser lenta.
R. L. McNeely, PhD, profesor de asistencia social de the University of Wisconsin-Milwaukee y coautor de varios reportes vanguardistas sobre violencia doméstica, atribuye eso, en parte, a la creencia de hace mucho tiempo de la sociedad de que generalmente los hombres son más fuertes que las mujeres. ¿Cómo es posible que el "sexo más débil" pudiera lastimar a los hombres grandes y fuertes?
Armin Brott, en una historia de Washington Post, notó que incluso los oficiales de policía con frecuencia pasan por alto las quejas de abuso de los hombres, asumiendo que los hombres están exagerando sus lesiones o que la mujer involucrada estaba tratando simplemente de defenderse. En un reporte policíaco, un oficial describió a un hombre identificado como "Stanley G." que había recibido "zarpazos" de su esposa y que sufría de rasguños en su espalda y rostro. El reporte oficial del hospital del mismo incidente notó que Stanley G. había sufrido múltiples hematomas, abrasiones y laceraciones, una contusión de la pared torácica y trauma psicológico.
Las personas que ven la violencia de la mujer hacia el hombre como ridícula están pasando por alto un hecho: el abuso llega a empeorar entre entre más tiempo continúe. Aunque algunas lesiones son de menor gravedad (como cortaduras y hematomas), otras lesiones son de mayor gravedad y de larga duración, como heridas hechas con cuchillo y fracturas de hueso. Las armas dan un efecto de igualdad, haciendo que las mujeres sean igualmente capaces de agredir seriamente a sus parejas.
Las similitudes entre los sexos no terminan ahí.
De acuerdo con el Dr. McNeely, las mujeres golpean por las mismas razones que los hombres lo hacen. Dice que las cuatro razones principales para ocasionar violencia son:
Además, los hombres maltratados, como sucede con las mujeres maltratadas, son propensos a permanecer en una relación ofensiva por el bien de los hijos en el hogar. "Un alto porcentaje de los hombres que sufren abuso están tratando de proteger a sus hijos contra el abuso," nota el Dr. McNeely. "Y si buscan un divorcio, se arriesgan a perder a los hijos."
Sin embargo, las similitudes de género terminan cuando se trata de conseguir ayuda. Aunque la conciencia está creciendo, la falta de preocupación pública para los hombres maltratados significa que existen menos agencias sociales para ayudarlos. Y el estigma permanente de ser un hombre maltratado significa que muy pocas víctimas se enfocarán a exigir servicios de apoyo. Pero, los hombres necesitan darse cuenta de que entre más tiempo permanezcan en la relación ofensiva, mayor será el daño que se harán a sí mismos tanto física como emocionalmente: la baja autoestima, la depresión, incluso los pensamientos suicidas pueden ser el resultado de maltrato.
El Internet ofrece una posibilidad para obtener ayuda. Sitios de Internet y salas de conversaciones han hecho que sea posible la conexión de un entorno sin vergüenza para las víctimas, consejeros, investigadores y otras personas. Algunas víctimas usan el Internet como una comunidad, un lugar donde puedan compartir sus sentimientos con otros hombres maltratados y descubrir que no están solos.
También el apoyo proviene de organizaciones que apoyan a mujeres y hombres maltratados. Por ejemplo, actualmente the Domestic Abuse Helpline está organizando una campaña de conciencia pública sobre hombres maltratados. El grupo no lucrativo tiene una línea telefónica directa, canalizaciones a orientación y grupos de apoyo, servicios de educación y refugios de emergencia. Aunque, los grupos de apoyo y refugios para las víctimas masculinas son difíciles de encontrar en comparación de los recursos ofrecidos a las mujeres. En algunos casos, la orientación privada podría ser la mejor opción para los hombres.
Aunque las risas de la sociedad se están desvaneciendo, los hombres maltratados y las mujeres abusivas deben seguir trabajando para buscar ayuda que necesitan para curar las relaciones, controlar sus emociones y reconstruir familias. Pero se puede encontrar ayuda. Y aunque las mujeres podrían abusar de sus parejas masculinas, para los hombres también existe el riesgo de ser maltratados en relaciones del mismo sexo. La violencia parece ser una de las características definidas de la especie humana e incluso en casa con poca frecuencia los hombres no son tanto víctimas como perpetradores.
Domestic Abuse Helpline for Men and Women
http://www.dahmw.info/index.html/
Stop Abuse for Everyone (SAFE)
http://www.safe4all.org/
The Family Violence Initiative
http://www.phac-aspc.gc.ca/ncfv-cnivf/familyviolence/
Ontario Network of Sexual Assault/Domestic Violence Treatment Centres
http://www.satcontario.com/en/home.php
About domestic violence against men. Oregon Counseling website. Disponible en: http://www.oregoncounseling.org/Handouts/DomesticViolenceMen.htm . Actualizado mayo 2007. Accedido agosto 12, 2008.
Abuse in America. National Domestic Abuse Helpline website. Disponible en: http://www.ndvh.org/educate/abuse_in_america.html . Accedido agosto 12, 2008.
Our services. Domestic Abuse Helpline website. Disponible en: http://www.dahmw.info/Services.html . Accedido agosto 12, 2008.
Understanding intimate partner violence. Centers for Disease Control and Prevention website. Disponible en: http://www.cdc.gov/ncipc/dvp/ipv_factsheet.pdf . Publicado 2006. Accedido agosto 12, 2008.
Ultima revisión Junio 2008 por Theodor B. Rais, MD