Inflamación crónica y enfermedad

La inflamación es un tema candente en la investigación médica, las noticias y las comunidades de la salud debido a que se la relaciona con una variedad de condiciones de salud y enfermedades que incluyen la diabetes, la enfermedad de Alzheimer y el cáncer. De hecho, la presencia de inflamación ha sido un factor importante para comprender cómo se desarrollan algunas enfermedades y qué se puede hacer para tratarlas. No resulta sorprendente que estos interesantes hallazgos hayan determinado una tendencia en productos, dietas y estilos de vida que mejorarían la salud al disminuir la inflamación. Con cualquier tendencia de este tipo es importante aprender más acerca de la condición para comprender cómo y de qué manera pueden afectar su bienestar estas medidas para la salud.

¿Qué es la inflamación?

La inflamación es la respuesta saludable del cuerpo a problemas como irritación, traumatismo físico o infecciones por virus o bacterias. Los tejidos lesionados envían señales para abrir los vasos sanguíneos y permitir que los líquidos fluyan de los vasos sanguíneos a la zona que rodea el tejido lesionado. Este líquido transporta células sanguíneas y otros elementos que pueden ayudar a combatir la infección y comenzar a reparar el tejido lesionado. El aumento de líquido alrededor de la zona lesionada puede causar los signos familiares de la inflamación, que son enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor.

Cuando este proceso de inflamación es de corto plazo, resulta una herramienta eficaz y natural que lo ayuda a curarse.

Cuando la inflamación se vuelve perjudicial

La inflamación inicial suele ser beneficiosa, pero un exceso de inflamación puede ser perjudicial. Ciertas situaciones o condiciones pueden causar inflamación a largo plazo conocida como inflamación crónica. Este tipo de inflamación puede no tener una causa clara o puede estar asociado con:

  • Un trastorno autoinmunitario: el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca tejido saludable y estimula la inflamación.
  • Infección crónica como un parásito
  • Exposición ambiental, medicamentos o toxinas
  • Reacción alérgica
  • Factores genéticos

La inflamación crónica puede no tener síntomas obvios como el dolor, pero con el tiempo puede causar daño en el tejido local. Este daño puede interferir con la función normal y contribuir a la aparición de ciertas enfermedades.

Inflamación y enfermedad

No toda inflamación es visible, pero las proteínas de la sangre llamadas marcadores de inflamación pueden mostrar si hay inflamación en el cuerpo. Durante la última década, la investigación y los exámenes han encontrado estos marcadores de inflamación en múltiples enfermedades aparentemente no relacionadas. Algunas condiciones que suelen asociarse con los marcadores de inflamación son:

  • Cáncer, especialmente de colon, hígado y estómago, y el avance del cáncer
  • Trastornos metabólicos o endocrinos, como diabetes y resistencia a la insulina, enfermedad tiroidea y enfermedad de Cushing
  • Celiaquía
  • Enfermedad cardiovascular
  • Enfermedad de Alzheimer
  • Nefropatía
  • Enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa
  • Artritis reumatoide
Cáncer hepático

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Sin embargo, el rol de la inflamación puede diferir de enfermedad a enfermedad. La inflamación puede ser parte de la enfermedad misma o puede haber contribuido a su desarrollo. Por ejemplo:

  • Los tumores en crecimiento pueden causar daño e inflamación al tejido circundante.
  • Se ha asociado la inflamación del cerebro con la aparición de enfermedades como la enfermedad de Alzheimer o la de Parkinson.
  • La inflamación de los vasos sanguíneos puede causar bloqueos o rupturas de vasos sanguíneos, lo cual puede causar enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
  • La inflamación con artritis reumatoide es causada por el ataque del sistema inmunitario al tejido de las articulaciones y contribuye a dañarlas.

¿Cómo se controla la inflamación?

Si tiene una condición o enfermedad asociada con inflamación crónica, como artritis o enfermedad inflamatoria del intestino, trabaje con su médico para controlarla. Los medicamentos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar la inflamación para disminuir daños a los tejidos y futuras complicaciones.

Resulta un poco menos seguro controlar o comprender la inflamación que no está causando síntomas evidentes, pero que puede conducir a problemas posteriores. Si bien los análisis de sangre pueden mostrar inflamación, se deben determinar pautas respecto de qué es normal, qué es lo que indica riesgo y quién debe someterse a exámenes. Asimismo, se deben realizar más investigaciones antes de que podamos comprenden plenamente qué medidas, si corresponde, podemos o debemos tomar para controlar la inflamación.

Existen muchas dietas, suplementos y programas de estilos de vida que se promocionan como una forma de disminuir la inflamación no específica del cuerpo. Algunas de estas recomendaciones, como disminuir la cantidad de alimentos procesados en la dieta, comer habitualmente frutas y vegetales, dormir bien y disminuir el estrés, han probado ser buenas para la salud en general y la prevención de enfermedades. El perjuicio que podría ocasionar la adopción de alguna de estas opciones es mínimo. Otras recomendaciones, que incluyen eliminar ciertos grupos de alimentos de la dieta o tomar ciertos suplementos, podrían afectar la salud, de modo que debe consultar con su médico antes de hacer estos cambios. Esté atento a las últimas novedades sobre inflamación.

RESOURCES:

American College of Rheumatology
www.rheumatology.org

Arthritis Foundation
www.arthritis.org

CANADIAN RESOURCES:

Canadian Rheumatology Association
http://rheum.ca

Canadian Arthritis Network
www.arthritisnetwork.ca

REFERENCES:

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Ultima revisión November 2013 por EBSCO Medical Review Board Michael Woods, MD